Un sargento del cuerpo de los Mossos d'Esquadra vio peligrar su vida cuando mediaba en un conflicto de violencia doméstica en Igualada. Fue el pasado 14 de mayo, y tras una llamada de un vecino que alertaba de gritos en un piso de la localidad, cuando los Mossos se dirigieron al lugar de los hechos.
Durante la actuación, el presunto agresor, un hombre muy corpulento y nervioso, se negó en todo momento a ser detenido e intentó tirar por el balcón de un segundo piso al sargento, que quedó colgado durante unos segundos. Otros tres agentes resultaron heridos al intentar impedirlo, según denuncia en un comunicado el sindicato de la policía catalana.
Los policías sufrieron importantes heridas en el altercado y tuvieron que pedir la baja. El agresor, un individuo conocido por el vecindario por su violencia, ha pasado a disposición judicial.
El portavoz del sindicato de los Mossos d'Esquadra, Toni Castejón, ha manifestado que los agentes se enfrentan frecuentemente a casos violentos como el de Igualada y reclama más medios para asegurar la seguridad de la policía catalana en sus actuaciones. Asimismo, considera que la seguridad ciudadana de Catalunya se está viendo en peligro y no puede estar sometida a debates presupuestarios ni a recortes como los efectuados por la Generalitat.
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