Ni Eurovergas, ni Juegos Olímpicos, ni cuatro hostias. Na de na de na en el paraíso de Ana Botella. Madrid se salva de toda esta mierda.
Las Vegas Sands y el Gobierno español rompen definitivamente las
negociaciones ante las crecientes exigencias del magnate Sheldon Adelson.
La agencia de calificación Fitch había alertado hace unos días a Adelson
de las debilidades del proyecto madrileño y animaba a centrarse en
Japón.
El sueño (pesadilla más bien) de Eurovegas, pues, ha saltado por los aires, si es que alguna vez
tuvo intención de hacerse realidad. El Gobierno de Mariano Rajoy ha
dicho "no" a las exigencias de Las Vegas Sands y ésta retira su
propuesta. Es decir, el Ejecutivo no ha pasado por el trance de aprobar
una beneficiosa fiscalidad propia que hubiera permitido a la compañía
blindarse ante cualquier cambio legislativo y ante posibles pérdidas;
modificar la legislación para eliminar el juego online, al que Sheldon
Adelson ve como un enemigo de su negocio; y la recalcada solicitud de
permitir fumar en sus casinos.