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29 d’octubre 2010

Jugando sus cartas igual ganan la partida

Cada vez el desapego hacia la política actual en España tiene argumentos más sólidos. La última vuelta de tuerca de ZP, focalizando casi toda la atención hacia el conflicto vasco (TVE ha vuelto a poner de actualidad ETA, como otras veces ha hecho, para desviar la atención de lo que realmente preocupa a la mayoría y perjudica a los que gobiernan: en esta ocasión, la manida crisis capitalista), es realmente un insulto a cualquier atisbo de inteligencia. ¿Se creen que las personas son imbéciles? ¡POR SUPUESTO! ¿ALGUIEN LO DUDA? Creo que ya ni les importa, ¡van a saco! no hay tiempo que perder. La imagen que dan es de una obscenidad insoportable. Pero, piensan, y qué más da, ¿quién nos va a toser?

Es la crisis [CRISIS = CAPITALISMO] lo que está hundiendo a ZP y su troupe, así pues, ¿qué mejor "vía de escape" que meterse en el avispero que envuelve el terrorismo etarra para apartar la mirada pública de lo que más importa ahora? ¡INTOLERABLE!

El paripé estadístico proporciona los temas que más preocupan "oficialmente" a los españoles: crisis, políticos, terrorismo, incivismo, aborto, violencia de género, accidentes de coche, chapapote (de momento éste no, ya volverá: hay que esperar a que otro petrolero haga un vertido), Estatuto de Cataluña, salud, pensiones, etc... Como a ZP [y a su troupe almodovariana] le escuece mucho el tema gordo (crisis), hay que jugar otra carta (en este caso, ETA). Se les ve tanto el plumero que ya no dan ni asco: provocan algo mucho peor, y ni ellos de momento lo controlan.

Es increíble el descaro que puede llegar a tener un presidente de gobierno, lo que es capaz de hacer para mantenerse en el sillón junto a su equipo de inútiles [de la oposición pepera mejor no hablar ahora aquí, todo se andará].

¡BASTA!

Gobierno invisible

La sociedad es gobernada de modo invisible a través de la manipulación de los motivos que mueven a la acción del individuo en el seno de un grupo. El grupo posee unas "caracteristicas distintas" de las del individuo, y se ve motivado por impulsos y emociones que no se pueden explicar partiendo del conocimiento de la psicología individual. ¿Se puede sojuzgar a las masas de acuerdo con nuestra voluntad y sin que éstas se den cuenta? Hasta cierto punto y hasta unos límites. Por fortuna, el individuo en masa también resulta ser un misterio y es muy a menudo imprevisible.

Cuando no hay un líder y la muchedumbre debe pensar por sí misma no tiene otra opción que servirse de clichés, imágenes, etc., que representan un grupo de ideas o experiencias. El propagandista puede aprovecharse de un viejo cliché o manipular uno de nuevo cuño y dirigir a veces una masa completa de emociones colectivas.

Los individuos rara vez se percatan de las razones reales que motivan sus acciones. Las personas casi siempre se embaucan a sí mismas. Si nos sumergimos en la muchas veces aborrecible teoría freudiana, la gran mayoría de los pensamientos y acciones de hombres y mujeres son sustitutos compensatorios de deseos que éstos se ha visto obligados a reprimir (ver: http://vamporrabia.blogspot.com/2010/10/el-deseo-y-la-ley.html).

disturbios huelga general - Karcelona

Dragonadas para vender libros

En su último libro Dios los cría... y ellos hablan de sexo, drogas, España, corrupción... (Planeta), el escritor Fernando Sánchez Dragó asegura haber mantenido relaciones sexuales con dos "lolitas" de 13 años en Tokio. En la página 164 de la obra, que recoge sus conversaciones con el dramaturgo Albert Boadella, Sánchez Dragó narra lo ocurrido, que sitúa en la capital japonesa en 1967.

La noticia en otros webs
Cuenta que salió del metro y se topó de frente "con unas lolitas de esas -ahora hay muchas- que visten como zorritas, con los labios pintados, carmín, rimel, tacones, minifalda...". El escritor, que dirige y presenta en la cadena pública Telemadrid el programa de literatura Las noches blancas, da más detalles. "Las muy putas se pusieron a turnarse". Y afirma: "Las delincuentes eran ellas y no yo".

Tras trascender estos detalles, Sánchez Dragó, que se jacta en la obra de que el delito ya ha prescrito, ha querido rectificar y señala que lo que relata en el libro es "una anécdota trivial y sin mucha chicha convertida en literatura". "No hubo delito suponiendo que lo fuese, por la sencilla razón de que no pasó nada de particular".

"Era un grupo de chicas y chicos. Nos fuimos a tomar un café al lado de la estación de Ikebukuro. Hubo risas, chanzas y coqueteos. Luego cada mochuelo y cada mochuela se fue a su olivo. No creo, además, que tuvieran 13 años, sino algunos más. Era una forma de hablar. Los jóvenes japoneses tienen un aspecto muy aniñado", asevera.

El escritor ha asegurado que ha contado esa anécdota -"anécdota, insisto", dice- en "infinidad de entrevistas y algún libro". "¿Por qué se llama ahora al escándalo? ¿Habrá alguna razón oculta?", se pregunta.

Sin embargo, a pesar de sus últimas declaraciones tratando de salir del paso, en su libro no deja de dar detalles sexuales de las que llama "lolitas". "No hay nada como la piel tersa, los pechitos como capullos, el chochito rosáceo", dice. En la página 159, antes de contar el encuentro en Tokio, el dramaturgo Albert Boadella le cuenta que a él le gustan las mujeres cincuentonas. "Las mujeres, a partir de los 50, empiezan a tener un atractivo irresistible, adquieren una solidez erótica pausada pero intensa", apunta Boadella. Pero Dragó le contesta: "Ese es un punto de disidencia entre nosotros. A mí me gustan las de 15". Y más adelante sigue: "Llámame viejo, llámame como quieras pero es así. Y conste que, por desgracia, no hago nada. Pura boquilla. No están los tiempos como para meterse en ese tipo de fregados".

De cómo promocionar un libro apelando a lo más sórdido
Dragó insiste en que lo que cuenta en el libro es una anécdota. Pero ¿es el título una novela o un ensayo? ¿Realidad o ficción? La editorial Planeta califica la obra de conversación entre Dragó y Boadella y la promociona con un texto de contraportada que anuncia "ideas rompedoras, iconoclastas, lo más políticamente incorrectas que imaginar se pueda". "Ideas y vivencias en las que se habla de sexo -nada arredra al locuaz Dragó cuando se suelta-, de drogas...". La editorial no ha querido salir al paso de la polémica suscitada por el libro. Una portavoz remitió para cualquier cuestión al propio escritor.

28 d’octubre 2010

Hablan los anarquistas

¡Anarquía no significa desorden! Etimológicamente, significa "sin gobierno", y cuando nos referimos a ella entendemos que no es necesario (y no sólo eso, sino que es perjudicial) un gobierno, un estado o una autoridad para imponernos un orden. Todo gobierno o estado predica que es él necesario, pues, sin él, todo sería desorden, caos; imperaría la ley del más fuerte, etc... Nada más lejos de lo que pretendemos. Se dice que "la anarquía es la máxima expresión de orden", de un orden solidario y justo para todos. No un orden injusto, donde unos pocos disfrutan de los frutos del trabajo de muchos, donde muchos mueren de hambre mientras otros tiran la comida. Ese es el orden que los Estados defienden, mantener su poder sometiendo y reprimiendo a cualquiera que no esté de acuerdo.

Por 'anarquía' entendemos la organización de la sociedad donde NADIE sea depositario del poder, y por tanto nadie oprima a nadie por ser la autoridad representante de ese poder; una sociedad donde la libertad y la igualdad de todo el mundo sean respetadas por todo el mundo, donde la solidaridad y la cooperación entre las personas nos lleven a unas relaciones más sinceras, donde cada uno pueda expresarse libremente, donde podamos llevar una vida digna sin que sea a costa de otros. La autoridad de los estados se ejerce, primero para mantener el orden social que les favorece a ellos y no a la gente, al pueblo, y segundo, para reprimir cualquier tipo de pensamiento contrario a sus intereses.

Llegado a este punto, quizá te estes preguntando de qué estoy hablando, si es así te recomiendo que leas un poco a Chomsky, que dejes de creer todo lo que sale en TV y que empieces a conocer lo que no sale. La anarquía no es la Ley del Más Fuerte.

¿No es eso lo que tenemos ahora, la ley del más rico? Porque riqueza es igual a poder y poder es fuerza. La anarquía no es que cada uno haga lo que le de la gana sin importar que perjudique a alguien o a costa de cualquier cosa. Anarquía es Solidaridad, es apoyo mutuo, de este modo se puede luchar contra las injusticias más eficazmente que cualquier policía, ejército... La anarquía no es Libre Albedrío.

Por desgracia, esto es lo que entiende la mayoría de la gente por anarquía. Esa es la idea manipulada que se ha difundido de ella. No por hacer lo que quieras eres más libre, citando a Bakunin:
Ser libre para el hombre significa ser reconocido y considerado y tratado como tal por otro hombre, por todos los hombres que lo rodean. La libertad no es, pues, un hecho de aislamiento, sino de reflexión mutua; no de exclusión, sino, al contrario, de alianza, pues la libertad de todo individuo no es otra cosa que el reflejo de su humanidad o de su derecho humano en la conciencia de todos los hombres libres, sus hermanos, sus iguales.

No soy verdaderamente libre más que cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son igualmente libres. La libertad de otro, lejos de ser un límite o la negación de mi libertad, es al contrario su condición necesaria y su confirmación. No me hago libre verdaderamente más que por la libertad de los otros, de suerte que cuanto más numerosos son los hombres libres que me rodean y más vasta es su libertad, más extensa, más profunda y más amplia se vuelve mi libertad. Es, al contrario, la esclavitud de los hombres la que pone una barrera a mi libertad, o lo que es lo mismo, su animalidad es una negación de mi humanidad, porque - una vez más - no puedo decirme verdaderamente libre más que cuando mi libertad, o, lo que quiere decir lo mismo, cuando mi dignidad de hombre, mi derecho humano, que consisten en no obedecer a ningún otro hombre y en no determinar mis actos más que conforme a mis convicciones propias, reflejados por la conciencia igualmente libre de todos, vuelven a mí confirmados por el asentimiento de todo el mundo. 

16 d’octubre 2010

El Deseo y la Ley

El conflicto entre el Deseo y la Ley rige nuestra sociedad. Las estructuras sociales de la civilización espectacular-mafiosa en que vivimos se experimentan, a través de las reglas morales o de comportamiento que impone, como rémoras para los deseos de cada individuo. El sujeto individual, con sus ansias, sus emociones... choca con el comportamiento exigido por la organización social, pero su conciencia lo aprueba e interioriza su necesidad. El rechazo radical de los imperativos morales y de comportamiento puede adoptar la forma de demencias individuales, de "perversiones" morales y de conducta. El encierro pisquiátrico o judicial suelen ser la solución en el ámbito social.

Pero tal rechazo también puede adoptar la forma de una RESISTENCIA ACTIVA y CONSCIENTE ante esta organización social. En épocas de bonanza económica y política estas formas de rechazo son minoritarias. La respuesta más habitual en ese contexto es la sumisión a las leyes morales, la interiorización de dichas leyes y la negación del conflicto. Esa interiorización se llama NEUROSIS.
¡Pero resulta que ahora estamos en el Big Bang de una CRISIS  ECONÓMICA de dimensiones imprevisibles!

Sigamos. En una organización muy estructurada cada uno es víctima de una forma de neurosis más o menos manifiesta, con la excepción de los "locos", los "delincuentes" y los "políticos", carne de exterminio de los campos de concentración.

La agresividad es común a todos los neuróticos. A veces se manifiesta en forma de ironía y en juegos de ingenio. Entonces, la compostura es rígida... y las manos están húmedas por la angustia. Los impulsos incomprensibles y dolorosos (obsesiones por el orden, clasificación, limpieza, introspección maníaca...) se convierten en el pan de cada día. La existencia se torna muy a menudo en esencialmente falsificada, se busca una personalidad de sustitución. Y esta personalidad fundada en la farsa tiende a estabilizarse y a cristalizar en formas socialmente aceptables. Pero a veces la despersonalización adaptativa estalla brutalmente (esquizofrenia).

Hoy, el sujeto neurótico (TODOS LOS INDIVIDUOS) es ocultado, ignorado o directamente negado. El sistema de producción de la sociedad actual está bajo el control de los medios de información y es propiedad de los instrumentos de comunicación. El orden está regido por la organización del espectáculo y por la estructura del lenguaje que ha plasmado, no está garantizado por la propiedad ni por la policia.

La imagen, sólo la imagen y nada más que la imagen. Ese es el nuevo orden.

El espectáculo como organización propone roles con los que cada uno puede identificarse: vestimentas, gadgets electrónicos, muebles, libros y otros "productos culturales". Al espectáculo se responde con mitomanías generalizadas y con una ocultación absoluta de la realidad vivida. El parado, el asalariado, el telespectador, el ejecutivo se identifican con narcos, con Cristiano Ronaldo, con Bill Gates o con Sara Carbonero, más que con una realidad propia que consterna y que no tiene ningún espacio en este espectáculo. Los personajes "ejemplares" a partir de los cuales el neurótico (todos los individuos) reconstruye su personalidad ficticia son fácilmente identificables, pero no encuentra en ellos su curación. Se nutre de la mirada de los otros y esa mirada le da vida, PORQUE CUALQUIER OTRA VIDA LE VA A SER PROHIBIDA.

Esta manera de estar en el mundo sólo por la mediación de las imágenes hace que los impulsos prohibidos se canalizen, falsificando la vida ausente.

La pregunta es: ¿Cómo sostener esta farsa en la situación de crisis actual? ¿Entraremos de lleno en una sociedad "post-espectacular"?

¿Qué farsa tiene ahora el individuo neurótico para canalizar su no vida? ¿Continuará funcionando la mitomanía, o se convertirá en piromanía?

05 d’octubre 2010

acción - reacción

El motivo por el que algunas personas (individuos distintos y movidos por circunstancias a veces compartidas) actúan con violencia en determinados actos, como los acaecidos el día de la Huelga General en España el 29 de septiembre, es una reacción violenta FRENTE A un ataque brutal contra los derechos humanos de los trabajadores y trabajadoras españoles. Lo extraño sería que ante semejante atropello de derechos, ante semejante falta de perspectivas de vida para un amplio sector de la población, excluido por el insaciable y genocida ultraliberalismo, no hubiera individuos que dijeran ¡BASTA! y trasladarán la rabia contenida en violencia en las calles (siempre habrá en estos colectivos los llamados "delincuentes habituales", que se apuntan a un bombardeo, ¡y más viendo cómo los delincuentes de verdad saquean a placer y planetariamente, por supuesto amparados por el aparato del Estado).

La violencia de unos pocos (los que detentan el poder económico y por tanto político) genera violencia en la calle, de momento minoritaria. Esto pasa cuando el latrocinio de los más poderosos debe ser pagado por los más débiles: ¡hay que hablar claro! Cada vez más, se ve cómo las huelgas generales están orquestadas por los sindicatos previo "apaño" con los Gobiernos de turno (¿quién paga a los sindicatos? Mejor dejar el tema...). ¿Es preciso recordar que esta huelga del 29-S se hace a posteriori y no a priori de los recortes más brutales acaecidos en España desde la recuperación de la llamada memocracia, perdón democracia? Se entiende aquí democracia como ese deber que tienen los ciudadanos de ¡votar o bien callar (la tan manida polaridad: ¡o estás conmigo o contra mí, o si no eres un antisistema... la cuestión es quedar registrado / controlado de algún modo (¡¿a quién quieren engañar?!, ¡Sí, eso es la democracia que existe ahora! ¡Y si no votas, no te quejes!, ¡¿Pero votar a qué o a quién?! Los políticos trabajan para mantener su asiento, no para las personas... ¿no se había enterado la concurrencia? ¡Pues es así de crudo!

Volviendo a la huelga del 29-S y a las huelgas en general, es preciso decir que este tipo de actos han quedado obsoletos ante la nueva y totalitaria realidad económica. Cuando la mayoría de personas trabajaban en cadenas de montaje, en fábricas, en industrias, etcétera, las huelgas tal vez tenían capacidad de presión, sentido, por decirlo de algún modo. Pero ahora... la mayoría de personas están excluidas del amparo de los sindicatos.  El sector servicios -predominante- come aparte de éstos.

Después está esa constelación variopinta y cada vez mayor de personas que ha quedado completamente al margen de un sistema cada vez más injusto y brutal.

Desaparición del estado de bienestar (en España casi no ha existido si se compara con el resto de países europeos), saqueo financiero, latrocinio de los bancos... Y finalmente pagan los mismos de siempre: los trabajadores.

No se trata de buenos ni de malos: se trata de quien detenta el poder y lo ejerce (poder económico) -los bancos, las grandes financieras-, y de los aplastados y desposeídos, a saber, las personas de la calle, que trabajan, están en paro o que tienen la desgracia de ser tratatadas como personas de segunda categoría -inmigrantes-.

Este contexto es el germen de la violencia, minoritaria de momento, pero quién sabe en el futuro.
 

Qué futuro, ¡ NO HAY FUTURO!