Barcelona y Cataluña, adalides del nuevo esclavismo

Este año se cumplirán 140 años de la fundación de La Lliga Antiabolicionista de Barcelona. Se trata de una asociación en la cual lo más granado de la sociedad de la capital catalana se agrupaba en contra del proyecto de ley de abolición de la esclavitud en Puerto Rico que preparaba el Gobierno de Ruiz Zorrilla. El argumento de los partidarios de la esclavitud eran los perjuicios que traería consigo la abolición a la economía española, con la pérdida de puestos de trabajo y la frustración de muchos emprendedores que habían hecho del comercio y tráfico de esclavos un elemento clave para convertir Catalunya en un país líder del sector. A saber, en la capital del esclavismo.

Los firmantes de la "razonable" petición de no abolición de la esclavitud eran la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Barcelona (es decir, La Caixa actual), el Instituto Catalán Agrícola de Sant Isidre o el Ilustrísimo Colegio de Abogados de Barcelona. El Seminario Conciliar también formaba parte. 

Tras hacerse pública la reforma laboral brutal que quiere aprobar el actual Gobierno del PP sin negociar con sindicatos, y que cuenta con el beneplácito de CiU, pese a no pintar nada el maldito partido folclorista y neocon catalán en un contexto de mayoría absoluta del Partido Popular en el Gobierno de España, a uno le puede venir a la cabeza este aniversario antiabolicionista.

Nuestra clase política quiere la vuelta a la esclavitud y(o) que el sistema de libre mercado esté basado en el trabajo esclavo de grandes partes del mundo. Las instituciones que antes mandaban esclavos por el bien de la productividad, hoy, en nombre de la misma diosa, piden que los trabajadores se conviertan en siervos. 

Nos encaminamos hacia el "fantástico" siglo XIX de la Fiebre del Oro, lleno de negreros y especuladores. Esta es la Catalunya de los mejores, de Artur Mas y Duran Lleida. La Catalunya donde emergió esa burguesía que saqueó y esclavizó las colonias americanas.