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25 de juny 2011

¿Están indignados realmente los del 15-M?


Con los años, uno se va volviendo escéptico, por no decir radicalmente nihilista ante las acciones humanas a nivel social. Reconozco que he sentido una cierta afinidad por la reacción del movimiento 15-M, Democracia real YA, etc., ante los atropellos y los salvajes tijeretazos que se están implementando en España (diremos Estado español, para que no se enojen algun@s). De hecho, he posteado fotografías, denunciado las acciones de los Mossos y he coincidido mayoritariamente en el objeto de sus denuncias. Pero hay algo que empieza a cansar y que es como una mosca que tengo en la nariz. ¿A qué viene la obsesión por declararse pacifistas, a mostrar un cierto aire festivo en las manifestaciones? ¿Pero se está indignado o no? Creo que no es motivo de "fiesta" y "alegría" los recortes brutales que están implementando los gobiernos de las respectivas comunidades y toda la campaña orquestada por los mercados financieros para destruir el estado de bienestar. No entiendo este presunto "buen rollete" y su exhibición en manifestaciones reivindicativas, el "don't worry be happy" que he podido ver en algunos de los actos asociados al movimento "indignado"; por cierto, esta palabra me empieza a sonar ya fatal o a parodia. 

Según el Dicccionario de la Real Academia, la palabra indignación significa: "Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos". Si nos atenemos a esta definición y la hacemos extensiva a los sujetos de este enojo, ira y enfado vehemente, es decir los indignados, uno se pregunta si no resulta un poco incongruente el rollo flower-power que impregna muchas de las manifestaciones de este colectivo. ¿Es por miedo al estado policial o hay un cierto espíritu naïf y festivo de origen? ¿Es una estrategia? No lo sé, pero creo que la situación es lo suficientemente cruda como para andarse con fiestecillas, florecillas... Pienso que ha de haber un poco de "mala hostia" manifiesta siempre en los actos reivindicativos contra la salvajada de la situación creada. Ojo, "mala hostia" no significa guerrilla urbana, que esta demagogia de los estados policiales ya me la conozco yo (la edad, más que nada). Mostrarse feliz y dicharachero por reclamar cosas que se han expoliado flagrantemente a la sociedad, a mí que me perdonen pero resulta surrealista, cuando no directamente patético: da una imagen inofensiva y festiva del movimento. La mala leche, la mala hostia, la ira (asociada directamente con la palabra "indignación") han de estar presentes siempre en los actos, si no, dejan de tener sentido.

La finalidad de toda esta movida tampoco la veo demasiado clara. ¿Se acabará concretando en un partido político al fin?  ¿Sucumbirá este supuesto partido a los mismos cantos de sirena y presiones de los partidos actuales? ¿Cómo lo evitarán? 

Otra cosa: Últimamente, he podido detectar ya a ciertos sectores relacionados con el nacionalismo catalán que dicen cosas tan inteligentes como: "Los indignados hablan en castellano". Tenía que llegar la idiocia esencialista. Cierto es que se podría hablar del tema de la financiación autonómica injusta que recibe Catalunya. Pero fijénse en qué se pone el acento: en la lengua. A algunos sectores de población catalana les gusta más que les roben y saqueen pero que lo hagan en catalán, que les peguen con botifarres-porras catalanas... ¿Se dan cuenta de hasta dónde puede llegar la imbecilidad humana? Quien da más importancia a la lengua que al hambre es que tiene el buche lleno.

Pues eso, ha crecido mi escepticismo hacia los mal llamados "indignados".