Se avecinan tiempos negros, muy negros, para Cataluña y también para el resto de España. En el caso catalán, la situación se antoja acaso más dramática.
CiU siempre ha incluido en su programa electoral el propósito de privatizar la sanidad pública (pueden marear la perdiz pero es así). No se sabe si el asunto se va a llevar a cabo descaradamente -las urnas parecen indicar: SÍ, QUEREMOS PAGAR UNA MUTUA PRIVADA PUES LA SANIDAD PÚBLICA ES UNA MIERDA; un signo "de distinción" muy arraigado entre la población catalana"-, o bien de manera más o menos disimulada. La cuestión es: la mayoría de gente que vive en Catalunya ha votado un partido -en Autonómicas y Municipales- que quiere acabar con el estado del bienestar tanto o más que el PPSOE, con quien/es seguro se entenderá a las mil maravillas. CiU es un partido prágmatico, un catch all parties (partido escoba o atrapalotodo) y se casa con quien sea necesario, hasta con el partido que más ha perjudicado y denigrado los símbolos nacionales de Catalunya -el PP- que tanto dicen defender. Nada nuevo.
La pregunta es: ¿La gente sabía realmente lo que votaba o solo votó contra otro partido -PSC-? Si es así, como mínimo debería haber leído el programa electoral de CiU (tanto para la Generalitat como para los Ayuntamientos). Seguro que no lo hizo. Si lo hizo, la gente tendrá lo que se merece. No así quienes asistimos desde los márgenes a esta canallada de las elecciones memocráticas.
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